Es decir: Recuerdo las negras mañanas de sol cuando era niña es decir ayer es decir hace siglos
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5 de junio de 2006

De cotidianidades

Como mi vieja siempre que llega se queja de algo así como qué pasó con el gato que le falta un ojo, porqué el tacho de basura está que explota con restos de comida chatarra, esto no es un cenicero, me querés decir cómo es que se prendió fuego la cortina del living; y como toda esta perorata provoca severos daños en mi sistema nervioso central, siempre termino apelando a la hembra frustrada que todas nuestras madres llevan adentro y le comento que hoy a la mañana me crucé con un chico en el subte y fue todo un flash porque parecía que nos conocíamos de toda la vida y me miró con ojitos de galán y le di mi teléfono y a los diez minutos me llamó y resulta que nacimos en la misma clínica y que los dos somos banana pisada con huevo frito en el horóscopo Maya y que ayer los dos coincidimos en el mismo sueño y ¿no es un presagio, ma? Y la muy adolescente de mi madre desorientada ya del quilombo hogareño producto de mi pachorra existencial, se encauza en mi historieta de Para Ti supliendo todas las horas de telenovela que se perdió por estar afuera. Con genes así, una hace lo que puede.