Es decir: Recuerdo las negras mañanas de sol cuando era niña es decir ayer es decir hace siglos
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8 de junio de 2006

Lotería

¿Cómo no lo viste vos también? Si yo lo pude ver todo paradita ahí en la escalera de la facultad. Pasé justo cuando ella bajaba rápido. La muy tonta había dejado olvidado en el aula ciento cuatro una bolsa de apuntes recién comprados y dos minutos antes, cuando se acordó, había subido preocupadísima porque temía perderlos. Al subir se encontró con que su compañero los había rescato para que no se le perdieran por ahí. Si hubieras visto el abrazo que ella le zampó aliviada por verlo con sus apuntes en la mano, habrías muerto de los celos.

Vos te acordabas de ella desde aquella vez que rindieron juntos ese dificilísimo parcial de neurofisiología en el aula treinta y uno de teóricos. Se conocieron al salir del parcial. Ella estaba afuera nerviosa, esperando su nota y vos calmado. Sentado en el piso esperando lo mismo. En un arrebato altruista la miraste y la invitaste a sentarse, le ofreciste tu saco de pana para que lo pusiera entre el piso y su trasero. Ella accedió y se sentó a tu lado pero tomó tu saco y la atrapó entre sus rodillas. Lejos de molestarte, te encantó. Hablaron por unos minutos hasta que sus compañeras vinieron a quitarle el antifaz de seducción; tornándose mundana compartía ahora sus palabras con vos, con una compañera y otra más. Como no te interesaba oírlas te dedicaste a imaginar cómo serían tantas cosas que no estaban siendo en ese momento ni serían más adelante. Al fin los llaman los profesores, todos adentro del aula treinta y uno, todos dispuestos a oír esas notas. Cuando saliste la buscaste para saber cómo le había ido pero no la encontraste.

En el momento exacto en el que ella abrazaba a su compañero vos entrabas a la facultad. Ya pasabas por arriba de los tres escalones y ella terminaba de sonreír. Bordeabas el buffet y ella decía me voy porque llego tarde. Mientras ella giraba el torso y encaraba esa dirección, vos ponías tu pie en el primer escalón. Humedad 95%. Temperatura 23ºC. Dieciocho horas once minutos cuarenta y dos segundos. Gente que ríe mientras otra gente se entera de un aplazo. Se recibe alguien y un colectivo deja pagando a una viejita que quería subirse. Ella le dice que lo engaña con una mujer y la otra se entera que aquél no es su papá. Uno se sabe hijo de desparecidos cuando un pucho se enciende. Otro pucho que se pisa y los del CEP organizan una manifestación. Todo es una fracción de segundo que se modifica fatalmente en la fracción que le sigue. Ahora ella corre tres escalones abajo mientras a vos se te cae el encendedor. Ahora ella se agarra más fuerte de la baranda y vos ya estás tres escalones arriba. Ahora los dos por fin se cruzan. Se miran. Se reconocen. Los dos se pasan de largo, como un reflejo de su individualidad. Se dan la espalda pero voltean. Ahora se sonríen y todo vuelta a empezar. Decime quién puede sentirse sorprendido al ganar la lotería.