Imagen cuatro
¡Hola Bar Cuatro!

Preparate. La única sugerencia que atino a decirte.
Me voy a parar desnuda para que vos y todos los que sos, sentados en el borde de la cama, fascinados, vean. Para que repares en el detalle de la luz entrecortada cuando los fotones chocan con el pezón. Para que abras los ojos a través del triángulo que se forma en los vértices del pubis y las piernas y así contemples la pila de libros detrás de mí.
A quién preguntar y tener una respuesta.
Estás sobre aviso. Prepara la mandíbula. Entrená la lengua y compra un container de manteca de cacao. Sí, claro, todavía no tenés idea, no. Pero yo sí. ¿Cuál sos? No importa. Estás por ahí y con mi atención en los detalles, sabelo, te voy a reconocer. Confiado caminá por las veredas, metete en trenes de larga distancia, cruza Viamonte y jugá a contar la cantidad de personas pintadas en aquél cuadro.
Junta saliva. Hace ejercicio. Entrená a tu pecho para tanto abrazo. Avisale a tu mano que tendrá compañía. Yo te aviso temprano. Cuando te vea, no hay salida.
Me voy a parar desnuda para que vos y todos los que sos, sentados en el borde de la cama, fascinados, vean. Para que repares en el detalle de la luz entrecortada cuando los fotones chocan con el pezón. Para que abras los ojos a través del triángulo que se forma en los vértices del pubis y las piernas y así contemples la pila de libros detrás de mí.
A quién preguntar y tener una respuesta.
Estás sobre aviso. Prepara la mandíbula. Entrená la lengua y compra un container de manteca de cacao. Sí, claro, todavía no tenés idea, no. Pero yo sí. ¿Cuál sos? No importa. Estás por ahí y con mi atención en los detalles, sabelo, te voy a reconocer. Confiado caminá por las veredas, metete en trenes de larga distancia, cruza Viamonte y jugá a contar la cantidad de personas pintadas en aquél cuadro.
Junta saliva. Hace ejercicio. Entrená a tu pecho para tanto abrazo. Avisale a tu mano que tendrá compañía. Yo te aviso temprano. Cuando te vea, no hay salida.
7 Susurraron:
¿Porqué en vez del diario de cada día, la boleta de luz, la de teléfono o la carta que no espero y llega ocupando el lugar de la que esperando no ha llegado, porqué digo, en ese lugar no aparece, un día de estos, cualquiera, un aviso como el que Melibé anticipa y uno lee y quisiera que fuera para uno?
Todas esas imágenes están en mi cabeza... son tan nítidas que llego a reconocer cada detalle... pero de todo me quedo con esto:
Junta saliva. Hace ejercicio. Entrená a tu pecho para tanto abrazo. Avisale a tu mano que tendrá compañía. Yo te aviso temprano. Cuando te vea, no hay salida.
es simplemente maravilloso.
Rupe, lo que pasa es que esos avisos de falsos anticipos nunca son para nadie, como vos tenés las ganas de que te llegue el aviso, ella tiene las ganas de que llegue alguien a quién avisarle, mientras tanto se tiran al viento, por diversión o asco o aburrimiento o.
Rupe:
Daniel, con todo el dolor que amerita, tiene razón.
Maria Pía:
Gracias por leerle así.
Daniel:
¿Por qué tenés razón?
Mel.. estás escribiendo lindo, mujer. La procacidad educada, homeopática, es genial... lo de: "ntrená la lengua" y "juntá saliva" es de camionera top.
Ay Lord, me hace arder cuando dice esas cosas.
que buena amenaza...
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