Es decir: Recuerdo las negras mañanas de sol cuando era niña es decir ayer es decir hace siglos
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22 de octubre de 2006

No hay último cuento de Borges

Ya soy un hombre entre los hombres. En la vigilia soy el profesor emérito Hermann Soergel, que manejo un fichero y que redacto trivialidades eruditas, pero en el alba sé, alguna vez, que el que sueña es el otro. De tarde en tarde me sorprenden pequeñas y fugaces memorias que acaso son auténticas.

La memoria de Shakespeare, Jorge Luis Borges

Por favor, dancen dando vueltas frenéticas con ropa suelta por acá.

3 Susurraron:

Blogger Lázaro Vuelto susurró...

Unidos a la dionisíaca invitación de la danza dejamos estas frases de BORGES que subrrayamos de EL HACEDOR. Sólo una cosa más agregada al mundo...

Una cosa, o un número infinito de cosas, muere en cada agonía salvo que exista una memoria del universo.

Al destino le agradan las repeticiones, las variantes, las simetrías.

no hay en la tierra una sola cosa que el olvido no borre o que la memoria no altere.

Quien al andar por el crepúsculo o al trazar una flecha de su pasado, no sintió alguna vez que se había perdido una cosa infinita.

francamente no recuerdo si esa noche nos suicidamos.

uno de mis insistidos ruegos a Dios y al ángel de mi guarda era el de no soñar con espejos.

el sueño de uno es parte de la memoria de todos.

en el tiempo hubo un día que apagó los últimos ojos que vieron a Cristo.

Sabe que el muerto es ilusorio, como lo son la espada sangrienta que le pesa en la mano y él mismo y toda su vida pretérita y los vastos dioses y el Universo.

Porque en el principio de la literatura está el mito, y así mismo en el fin.

Entonces ocurrió la revelación. Vio la rosa, como Adán pudo verla en el Paraíso, y sintió que ella estaba en su eternidad y no en sus palabras y que podemos mencionar
o aludir pero no expresar y que los altos y soberbios volúmenes que formaban en un ángulo de la
sala una penumbra de oro no eran (como su vanidad soñó) un espejo del mundo, sino una cosa más
agregada al mundo.

domingo, octubre 22, 2006 11:11:00 p. m.  
Blogger silvia camerotto susurró...

hanes blodeuwedd

ni de padre ni de madre
era mi sangre o mi cuerpo.
estaba hechizado por gwydion,
gran encantador de los britanos,
cuando me formó con nueve flores,
nueve capullos de varias clases:
con la vellorita montañesa
la retama, la ulmaria y la neguilla
juntas se entrelazaron;
con el fréjol que tiene en su sombra
un ejército de blancos fantasmas
de tierra, de clase terrenal;
con las flores del almezo,
el roble, el espino y el tímido castaño.
nueve facultades de nueve flores,
nueve facultades en mí se combinaron
nueve capullos de plantas y árboles.
largos y blancos son mis dedos
como la novena ola del mar.

lunes, octubre 23, 2006 9:11:00 a. m.  
Blogger cuti susurró...

¿Cómo? ¿Y los cuentos de Ariel Borges Samarcanda? Dignos del padre.

lunes, octubre 23, 2006 11:17:00 p. m.  

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