De Mundial -laqueloparió-

Melibé dijo:
me quiero cortar la garganta, arrancar el clítoris con una tanza, ahorcarme con alambres de púa, cagar a trompadas a un inválido, tomar lavandina, que mis parientes me fumen y tiren las cenizas en el escote de la Coca Sarli

Tati, Fierfly. dice:
Eso para empezar

Tati, Fierfly. dice:
Veo que estás bastante diplomatica...

Melibé dice:
jajaja... el protocolo de la calentura

Tati, Fierfly. dice:
demasiado protocolar para mi gusto

Tati, Fierfly. dice:
yo le meteria un fierro caliente en le medio del ano a todos los jugadores alemanes

Melibé dice:
no tengo voz de putear al oligofrénico del árbitro

Tati, Fierfly. dice:
y asi, llegaria su punto g interno para cauterizarselos para siempre

Melibé dice:
yo se lo metería por el agujerito del pito

Tati, Fierfly. dice:
si, ese era el segundo paso

Melibé dice:
dale, vos por el orto y yo por el conducto deferente, nos encontramos en el punto g y damos por terminada la vasectomía a los germanos al canto de Viva Peeeeróooon

De dudas

Diganme, ¿yo soy la única que jugando a ser intelectualoide se dio cuenta que la primera niña que se comió Humbert Humbert se llamaba Annabel y que el primer párrafo de la novela Lolita cierra la alusión a la poesía de Poe con su Lo-Lee-ta? Si es así, lo sabía, soy muy grosa.

De arrumacos

¿Sabés qué es lo peor que hay en el hecho de que el otro te deje a vos? Que te hace recordar perfectamente cuando vos dejabas a alguien. A ese que te está dejando le pasa lo mismo que te pasó a vos con el otro susodicho, léase, le chupas soberanamente las gónadas.

Te mentís con la boludez de los dos estamos mal por la ruptura mientras llorisqueas un ratito, pero ¡mierda que está mal! Está saltando en una pata, alborozado, regocijándose en alivio al sentir el portazo que indica la feliz salida tuya de su vida. Acordate, a vos te pasó lo mismo, pero esta vez, es al revés.

Si hay algo terrible en el hecho de ser dejada, es, lisa y llanamente, saber por la innegable experiencia propia que, en realidad, todo ese rito de despedida, no sólo le rompe tremendamente las pelotas, sino que además, le hace desear con más vehemencia todavía, que te retires amablemente de su casita.

Acordate, te pasó tambíen, no podés culparlo.

Mastercard

Vino Rutini Malbec cosecha '97, $89.-
Disco de Mehldau sonando de fondo, $25.-
Sábanas Jean Cartier, $165.-
Tironcito de pelo en el momento oportuno, no tiene precio.

De borracheras

Nunca más borracheras como estas en reuniones netamente femeninas. Pasan cosas que no te podés explicar y al otro día con qué cara la mirás, con qué cara te mira ella. Nunca más. Lo decreto, cinderellas, ustedes me llevan por los caminos más inhóspitamente suculentos que he recorrido. Y mirá que son muchos... si mi gurú en mis púberes años fue la anfitriona. (Acá, cara de pollito meado).

De lectores

Sinceramente, ustedes me sorprenden. Escribo tantas pero tantas pelotuduces y la que menos considero que provocará revoleó de ideas, encontronazos, sensibilidades y demás, es esta. Hago un encabezado re lindo (porque es reeeee lindo ¿o no?) y en vez de decir ¡qué bárbara Ava Gardner! o ¡Qué linda tipografía que elegiste!, me encuentro con que una chirusita con libreta sanitaria se horroriza por ver un pezón. Y ni hablar de que ese escueto, pero evidentemente contundente post, generó que Mundo me linkée bajo el estigma de 'Nada en la amueblada'. Como si esto fuera poco, un alma samaritana tuvo que explicarme su chiste, porque la campechana que abajo subscribe desconocía ese telo particularmente. Lo que pasa, y esto todos lo sabemos, es que los mejores telos están en el sur, no en el centro. Aunque D. en su momento quiso ocultarme esta auténtica verdad, me topé con otros que supieron hacerme entrar en razón. D. te recuerdo con la forma del codo de una rata.

En fin, la chirusita de dientes de porcelana amarillos increpa blogs ajenos apelando a la justicia, y no tiene mejor idea que hacerlo en un blog caracterizado por el cinismo. Ay, señora, el techo está arriba y el piso debajo... dése cuenta, por favor.

En fin, como veo que esto de tener pezones colgados en los headers, esto de reconocer los términos de algún arrumaco o esto de tipear sobre lencería funciona a la perfección con ustedes perversos anónimos que subliman a través de la experiencia de universitarias soleteronas toda su energía sexual comprimida; voy a continuar, pero con muchas, muchísimas más ganas que antes, inventando o relatando en este blog mis acontecimientos de índole netamente libidinosa. Quien se oponga, le deseo un calambre en sus genitales y quien apoye la moción, lo invito con un campari mientras intercambiamos ideas de estilo en una charla obligadamente erótica y ¡chancha! Sí, dije chancha señora. Le recomiendo tener un amigo en el msn que le despierte todas las mañanas con una frase chancha chancha chancha, alguna que le haga ver cuán enfermitos podemos emular ser todos. Ahí, se lo aseguro, larga el Rivotril al carajo y ve la vida con otro tono, con un tono brilloso símil vaselina, creame.

Dixit, sí.

Llamado a la solidaridad

Se necesita hogar dulce hogar situado cerca de la Facultad de Psicología de la Universidad de Buenos Aires para presenciar el partido de Argentina el miércoles 21 del corriente. Motivo: rápida salida de dicho hogar para llegar a una clase altamente importante, en caso de no encontrar dicho hogar, me veo apretada en dos opciones, a saber, a) perderme el partido porque estoy justo viajando para la facultad o b) perderme la clase porque me quedé viendo el partido en mi casa y no llegué a la facultad.

De ahora

Te escribí un mail que no te voy a mandar. No por ahora, y ahora es mucho, muchísimo tiempo.

De comments

Un amigo me dijo que un amigo le dijo que cuando hablan de vos en comments ajenos y te enteras tarde, podés irte a dormir con la tranquilidad de ser una molestia importante para alguien. Y eso, es invaluable.

Soy la del pezón, en realidad tengo dos. Soy la de los dos pezones que se paran si tiene frío o si tiene calentura; si la tiene Melibé o la otra, que no es esta.

María Font, ¡no me rompas más las pelotas pedazo de metecata! Date cuenta defectuosa oligofrénica que no puedo quitarte de la lista de distribución si careces de sinapsis neuronales que te indiquen que para dicho propósito tenés, primero, que informarle a Melibé cuál es tu sensible dirección de correo electrónico, ¡enterate torpe!

Por otro lado, muchas gracias por la gratuita publicidad enajenada, no sólo me divierte - y mucho - sino que también me es altamente funcional.

De confesiones

Y de bronca, cuando nos separamos, me llevé todos los forros. Si vas a coger con otra, te comprás los tuyos, oligofrénico.

Principes féminins VIII

Si ella mintió de entrada, mentirá hasta que la muerte le mande un email.

Es inútil cualquier intento. No hay lágrimas, no hay revanchas, ni apelar a la moral hará que de su pérfida boca salga la verdad.

De ahora

Me duele la muela de juicio inferior izquierda.

De homenajes

- Borges, ¿podemos hablar de mujeres?

- Desde luego. Eso siempre será más interesante que hablar sobre los hombres, somos desconsoladamente aburridos. Esto lo sentí especialmente en España, en donde prevalece la tristísima costumbre de reuniones de hombres solos. Imagínese, desde las doce de la noche a veces hasta el alba, hablando entre ellos, ¡sin una mujer! Siempre una mujer da más altura a una reunión de melancólicos fumadores, impide ciertas groserías y puerilidades a las que propenden las charlas de los hombres... Aunque, algunas amigas mías me dicen que para ellas las reuniones de mujeres son igualmente intolerables. Lo que quiero decir es que en todo diálogo con una mujer, aún en el diálogo digamos, puramente amistoso, ha de intervenir de algún modo lo erótico también. Si no, ¿por qué esa magia especial?

Entrevista de Rodolfo Braceli

Anecdótico ¿no?

Y se trata de entenderte muy débil. De saberte muy frágil. De encontrarte pendiendo como una gota en el marco de esta ventana, una que irremediablemente sabe que irremediablemente cae. Como un paciente en la sala de espera que luego se sienta en la sala del médico y oye como éste le dice mirándolo a los ojos que acaba de tener suerte. Digamos que eso es lo que se oye. Digamos que eso es lo que te salva. Digamos que eso es lo que excusa la ausencia. Déjà vu de la tuya o de la de puntos suspensivos. Y sigue el relato. Vemos al paciente que sale de la sala del médico, camina por el pasillo que es la sala de espera, abre la puerta de vidrio polarizado, cierra la puerta de vidrio polarizado y ¡ahí! el sol. ¿Qué sol? Camina por la vereda con la meta de una parada de colectivos, mira el cordón pintado de amarillo y ¡ahí! un paracaídas. ¿Qué paracaídas? Cruza hacia la otra vereda, en la esquina dobla a la izquierda, camina dos cuadras y ¡ahí! dos lágrimas y media. ¿Qué dos lágrimas y media? Frunce el ceño entrecerrando los ojos, retoma la marcha y ¡ahí! un olvido. ¿Qué olvido? Lo pisotea con ganas, alcanza el ritmo, se acomoda la bufanda y ¡ahí! un mensaje. ¿Qué mensaje?

...........................y todo lo que pasa, te pasa a solas

De librerías

Entonces no va que me caliento con un viejo - desastroso, esto no da para contarlo - porque se me acerca cuando estoy toqueteando la obra de Kennedy Toole, La conjura de los necios, y me la recomienda. Y lo remata todo diciéndome orgulloso que cuando él era pibe, era igualito a Ignatius Reilly. Un horror de esos que sólo se comparan a usar cinturón negro con zapatos marrones. Pero ¡cómo no sentir algo así raro con un viejito - aunque feo e identificado con dicho personaje - que no se asemeje a mis intenciones de admiración que siempre las plasmo perfectas en plena y autóctona calentura!

Principes féminins VII

Siempre que lo esperas mucho, es spam. Sabelo.

Lotería

¿Cómo no lo viste vos también? Si yo lo pude ver todo paradita ahí en la escalera de la facultad. Pasé justo cuando ella bajaba rápido. La muy tonta había dejado olvidado en el aula ciento cuatro una bolsa de apuntes recién comprados y dos minutos antes, cuando se acordó, había subido preocupadísima porque temía perderlos. Al subir se encontró con que su compañero los había rescato para que no se le perdieran por ahí. Si hubieras visto el abrazo que ella le zampó aliviada por verlo con sus apuntes en la mano, habrías muerto de los celos.

Vos te acordabas de ella desde aquella vez que rindieron juntos ese dificilísimo parcial de neurofisiología en el aula treinta y uno de teóricos. Se conocieron al salir del parcial. Ella estaba afuera nerviosa, esperando su nota y vos calmado. Sentado en el piso esperando lo mismo. En un arrebato altruista la miraste y la invitaste a sentarse, le ofreciste tu saco de pana para que lo pusiera entre el piso y su trasero. Ella accedió y se sentó a tu lado pero tomó tu saco y la atrapó entre sus rodillas. Lejos de molestarte, te encantó. Hablaron por unos minutos hasta que sus compañeras vinieron a quitarle el antifaz de seducción; tornándose mundana compartía ahora sus palabras con vos, con una compañera y otra más. Como no te interesaba oírlas te dedicaste a imaginar cómo serían tantas cosas que no estaban siendo en ese momento ni serían más adelante. Al fin los llaman los profesores, todos adentro del aula treinta y uno, todos dispuestos a oír esas notas. Cuando saliste la buscaste para saber cómo le había ido pero no la encontraste.

En el momento exacto en el que ella abrazaba a su compañero vos entrabas a la facultad. Ya pasabas por arriba de los tres escalones y ella terminaba de sonreír. Bordeabas el buffet y ella decía me voy porque llego tarde. Mientras ella giraba el torso y encaraba esa dirección, vos ponías tu pie en el primer escalón. Humedad 95%. Temperatura 23ºC. Dieciocho horas once minutos cuarenta y dos segundos. Gente que ríe mientras otra gente se entera de un aplazo. Se recibe alguien y un colectivo deja pagando a una viejita que quería subirse. Ella le dice que lo engaña con una mujer y la otra se entera que aquél no es su papá. Uno se sabe hijo de desparecidos cuando un pucho se enciende. Otro pucho que se pisa y los del CEP organizan una manifestación. Todo es una fracción de segundo que se modifica fatalmente en la fracción que le sigue. Ahora ella corre tres escalones abajo mientras a vos se te cae el encendedor. Ahora ella se agarra más fuerte de la baranda y vos ya estás tres escalones arriba. Ahora los dos por fin se cruzan. Se miran. Se reconocen. Los dos se pasan de largo, como un reflejo de su individualidad. Se dan la espalda pero voltean. Ahora se sonríen y todo vuelta a empezar. Decime quién puede sentirse sorprendido al ganar la lotería.

Principes féminins VI

Desconfiá del tipo que caga con la puerta cerrada cuando en la casa no hay nadie.

De cotidianidades

Como mi vieja siempre que llega se queja de algo así como qué pasó con el gato que le falta un ojo, porqué el tacho de basura está que explota con restos de comida chatarra, esto no es un cenicero, me querés decir cómo es que se prendió fuego la cortina del living; y como toda esta perorata provoca severos daños en mi sistema nervioso central, siempre termino apelando a la hembra frustrada que todas nuestras madres llevan adentro y le comento que hoy a la mañana me crucé con un chico en el subte y fue todo un flash porque parecía que nos conocíamos de toda la vida y me miró con ojitos de galán y le di mi teléfono y a los diez minutos me llamó y resulta que nacimos en la misma clínica y que los dos somos banana pisada con huevo frito en el horóscopo Maya y que ayer los dos coincidimos en el mismo sueño y ¿no es un presagio, ma? Y la muy adolescente de mi madre desorientada ya del quilombo hogareño producto de mi pachorra existencial, se encauza en mi historieta de Para Ti supliendo todas las horas de telenovela que se perdió por estar afuera. Con genes así, una hace lo que puede.

De mamá

Gracias mamá por recordarme que me rompió el corazón y fue todo culpa mía.

From theme to theme

Thereness is not real, it’s nothing. Our current existence, there – not here – is unreachable. I should say something funny, in order to avoid my huge mistake, but I cannot; I shall use this other language, that is not even this, is another, that someone out there, really knows that is untranslatable.

Yo siempre voy a estar sola.

De ahora

Trastabillas con un escalón. Intentas entrar en equilibrio. Casi. Casi. Pero no. Un falso movimiento del torso y plaf! Golpeas con una inusual consistencia maciza uno a uno los escalones de la escalera.

........................................plaf

................................................plaf

.......................................................plaf

...............................................................plaf

......................................................................pl

..........................................................................p

.............................................................................l

...............................................................................a

..................................................................................f

....................................................................................f

.................................................................................... . .

........................................................................................

.........................................................................................

...........................................................................................

Principes féminins V

A amalgamada. Me saco el sombrero.

No me vengas con paparruchadas, yo necesito chanchadas.

De cotidianidades

Ultimamente me agarra acidez casi todos los días y por sobre todas las cosas no soporto el olor a pucho que dejo en este cuartucho donde paso 13hs diaras. Esto antes a mí, no me pasaba. Realmente me preocupan los cambios drásticos que está teniendo mi vida.